ISSN:
2365-2225
Inhalt:
El dios más antiguo de Teotihuacán es representado antropomórficamente sólo en esculturas de piedra y unas cuantas figurillas de barro que muestran un anciano con un recipiente sobre la cabeza, destinado a quemar incienso. Sin embargo, diversas formas gráficas o signos ostentan los parafernales rituales relacionados con esta deidad paternalista del fuego. Tales signos, a menudo, se combinan con imágenes de los diferentes aspectos del dios de la lluvia, que predominan en el arte de Teotihuacán. Con el surgimiento de deidades adicionales del fuego durante la era postclásica tardía, las interrelaciones de Xiuhtecutli, el sucesor del viejo dios del fuego Huehueteotl, con deidades de la lluvia se evidencian iconográficamente en los manuscritos pictográficos y en las esculturas. Finalmente, se puede decir que, si bien en Teotihuacán la imaginería del culto al dios de la lluvia ensombreció el culto al dios del fuego, este último no se eclipsó del todo aunque el reconocimiento de su importancia se vio disminuido en gran parte por la falta de comprensión de su simbolismo. La identificación e interpretación de los signos del culto al dios del fuego indujo a la revaluación de un signo compuesto - el grupo de los cuatro elementos - y a un intento de extractar una fórmula mnemónica de oración de las características peculiares atribuidas a estos cuatro signos. En consecuencia, cabe deducir que el desarrollo de las formas gráficas de Teotihuacán alcanzó la fase incipiente de un sistema parcial de escritura.
In:
Indiana, Berlin : Ibero-Amerikanisches Institut, 1973, Vol. 4 (1977); 7-61, 2365-2225
In:
volume:4
In:
year:1977
In:
pages:7-61
Sprache:
Englisch
DOI:
10.18441/ind.v4i0.7-61
URL:
Volltext
(kostenfrei)
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